No siempre tengo muy claro lo que busco expresar, o se me acumulan tanto las ideas que pierdo el hilo. Empiezo expresando una idea, inserto una más por acá, otra por allá y termino con otra. Y me desespero. Me desespera que me malinterpreten, que lo que quise decir sea tergiversado y me contesten algo que no me llene, no me satisfaga. Y no digo nada intentando ocultar mi decepción y el enojo hacia mí. Pero mi expresión me delata, siempre reflejando involuntariamente lo que siento y lo único que me hace darme cuenta de ello son las molestas preguntas "¿sí me entiendes?", "¿sí me explico?".
Incapaz de poder expresarme, voy fastidiada, harta y enojada, desquitándome con el primero que se me ponga en frente. Pero nadie tiene más culpa que yo, y es ahí cuando tengo una sensación de vacío, de indiferencia. Después de haberlo intentado, no tiene caso buscar más ayuda porque es volver a lo mismo. Lo que sea que me digan me resulta siempre insuficiente. Quizás hay algo que quiera escuchar. El qué, ni yo misma lo sé.
Así, en un intento de desahogarme, algunas veces intentaré plasmar aquí lo que siento ya sea escrito o en algunas imágenes; otras tantas postearé algunos textos o gráficos de acuerdo a mi estado de ánimo, lo que sea que me ayude a intentar mantener fijo un rumbo con pasos apenas adheridos al mundo.